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InterrelaciĆ³n entre Shiatsu, contacto y salud

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Shiatsu es una antigua terapia manual que se originó en Japón como método preventivo para de promover y conservar la salud y tratar determinadas enfermedades.
Cabría preguntarse porqué, en un momento histórico en el cual la ciencia ha descifrado el código genético, base de la clonación y la ingeniería genética, estamos hablando de "terapias manuales", algo que parece arcaico comparado a los avances científicos mencionados. Y lo más llamativo es que, este tipo de terapias no parecen estar en vías de desaparición por obsoletas, sino que suscitan cada día más interés. 
Cuando menciono la palabra "arcaico", lo hago en todo el sentido del término, ya que "el arte del frotamiento terapéutico" fue mencionado por Hipócrates como una herramienta terapéutica de suma utilidad.
Llegamos a la conclusión de que su permanencia se debe a que siguen siendo tan efectivas como en el momento en que fueron creadas.
Para comprender la causa de dicha efectividad, quizás debamos comenzar nuestra investigación basándola en un contexto biológico: comprender las funciones que el contacto físico directo cumple.
Dentro del árbol filogenético, pertenecemos a la rama mamíferos primitivos, subfilum mamíferos placentarios. Si bien podemos rastrear el contacto en especies inferiores en la escala biológica, adquiere mayor desarrollo en toda especie que se organice en función de grupos sociales.
Dentro de dichas funciones, podemos mencionar la alimentación, estimulación, desarrollo de los órganos externos, aprendizaje y conductas sociales.
Es interesante mencionar el experimento llevado a cabo en la Universidad de Wisconsin por un equipo de biólogos, en el cual se separó a un grupo de monos bebés de sus madres. Fueron divididos en dos grupos: uno de ellos podía ver y oír a sus madres, aunque una pared de vidrio les impedía tocarlas. El otro podía mantener contacto físico con ellas a través de un tabique de madera, aunque no podían verlas. Al finalizar el experimento, las diferencias fueron abrumadoras: los monos del primer grupo se volvieron agresivos, difíciles en la convivencia, solitarios. Los segundos crecieron más sociables, menos agresivos.
En el caso de nuestra especie, el hecho de tener mayor desarrollo de la corteza cerebral no nos exime de esta dependencia, todo lo contrario; solo nos permite elaborar síntomas mas complejos ante su deprivación. 
La importancia del contacto directo ya se conocía en el siglo 12 época en la cual se realizó un triste experimento con bebés a los cuales no se les hablaba y se tocaba sólo lo necesario, el resultado fue que todos los bebés murieron. Esta situación es conocida hoy como Síndrome de deprivación emocional; y demuestra que aquellos bebés con escaso contacto físico presentan trastornos en su desarrollo, tanto físico como psíquico, y, en casos extremos, la muerte.
En los años 80 en la Universidad de Miami se estudiaron las relaciones entre tiempo de internación de bebés prematuros y calidad del contacto: Se comprobó que este disminuía la morbimortalidad y se reducía el tiempo de internación.
En los adultos, se ha comprobado su eficacia en numerosas enfermedades crónicas (depresión, Sida y Parkinson, etc.)
¿Donde radicaría la causa de su efectividad? En estudios plasmáticos, se han detectado aumentos significativos de Serotonina y Dopamina, dos neurotransmisores asociados con la sensación de bienestar, Oxitocina, que desencadena conductas de protección, y disminución en los niveles de Cortisol, hormona relacionada con el stress.
Podríamos entonces decir que el contacto físico directo es algo necesario a lo largo de nuestra vida, y que su ausencia coadyuva a la aparición de diversas patologías.
A partir de dicha conclusión, comprendemos la importancia del Shiatsu, dentro del gran grupo de "terapias manuales". Desde una óptica biológica, se basa en la regulación del Sistema Nervioso Autónomo a través de presiones perpendiculares, progresivas y sostenidas en todo el cuerpo, a lo largo de trayectos llamados "meridianos”.
A diferencia de otros masajes, cuyo objetivo es el alivio de un síntoma, el Shiatsu se centra en el paciente como un "todo integral " armonioso entre su existencia física, síquica y emocional. Dicha armonía se traduce en un fluir continuo e ininterrumpido de su energía vital, fluir que al verse obstaculizado en alguna zona, produce diferentes situaciones patológicas, desde dolores hasta enfermedades sistémicas.
El objetivo del Shiatsu es restablecer el equilibrio energético por medio de la estimulación de determinados puntos a lo largo de los diferentes meridianos, en concordancia con el axioma oriental "lo que es arriba, es abajo" o "como es afuera, es adentro", pues por medio de la presión sobre la superficie cutánea, obtenemos respuestas sistémicas.
Como todo método terapéutico, tiene criterios de aplicación y también, claramente establecidas, sus contraindicaciones. 
En Occidente, los avances médicos se desarrollaron en forma paralela a los avances científicos. Nos sentimos orgullosos, como terapeutas de formar parte de una ciencia que ha colaborado a lograr un mayor promedio y calidad de vida. Pero debemos aceptar que, en función de un estudio más minucioso, hemos fraccionado al ser humano de tal forma, que nos resulta difícil volver a verlo como una unidad cuerpo-espíritu. En aras de los avances tecnológicos, hemos perdido totalmente la confianza en nuestra percepción y sentidos.
En Oriente, la medicina concibió al hombre como un ser integral, basándose en que las alteraciones del espíritu se traducen en trastornos somáticos. Es por este motivo que la mayoría de sus terapéuticas dan la misma relevancia a las características síquicas que a los síntomas físicos.
Sin embargo, esto no ha sido obstáculo para incorporar a sus medicinas tradicionales los avances científicos provenientes de Occidente. Un ejemplo de ello es el Shiatsu, que en Japón, es una carrera de nivel terciario, cuyo examen final se rinde en la Facultad de Medicina.
Ellos han comprendido que las distintas orientaciones en cuanto a la medicina no las hace antagónicas, sino complementarias. 
¿Seremos nosotros capaces también de comprenderlo?

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